23 mar 2007

Cuando los "para siempre" se hacen tan cortos...



-Bájate del coche- dijo él apretando los dientes sin ni tan siquiera mirarla.
Ella, orgullosa como la que mas, salió dando un portazo, cerrando los ojos y sudando tristeza.

Esa fue la última vez que se quisieron aunque sin quererse ya. Las miradas desafiando el pasado y tragando mentiras por todos los poros.

Nada mas lejos del placer; los besos habían sido casi mordiscos y las caricias dolieron como arañazos que sólo habían conseguido ahuecar aún mas las heridas sin sutura.

Ella se tapaba la cabeza con su almohada para dejar de respirar cuanto antes. Sabía que se habían fumado las últimas cenizas de lo que ya estaba quemado, y él en aquel bar, consumido por el alcohol y el abatimiento, vomitaría dos horas mas tarde en el mismo rincón donde un día la decía "te querré toda la vida".

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