Como cada mañana te levantas con el mismo objetivo en la cabeza, sabiendo que por el momento esta será tu rutina diaria... crees que sería mejor haberlo hecho de otra manera, pero lo hecho hecho está.
Compartes tus ideas y pensamientos con aquellas personas, de las que (como llegaste a esperar) te escucharon y comprendieron, sin juzgarte, pero también haciendote comprender que no todo es tan fácil como parece.

Y es que la realidad es así: un día te levantas y decides que ha llegado el momento, te llenas de valor, sabiendo que es algo que debes hacer sola...bueno, sola no porque sabes que alguien está contigo, y que no te dejara en la estacada.
Tomas decisiones, mientras que te esfuerzas por hacerlo bien, pero no es fácil tener a todo el mundo contento (eso también lo sabes), entonces decides ponerle al mal tiempo buena cara, y seguir adelante.

Por el momento no sabes muy bien lo que hacer... por un lado todo lo ves claro...por otro, oscuro oscuro. Intentar no darle demasiadas vueltas, y tener paciencia, confiar y ante todo comprender que: nadie dijo que fuera fácil ser una princesa.

-sadalsuud-.