Periódico de hoy, café en 3 minutos de cucharilla, música en mis oídos y una servilleta, que contiene un número de teléfono, dentro del bolsillo de mi abrigo. Construyo escaleras de color hasta el cielo pero hoy sé que no podré llegar más arriba, ojalá dejáramos de temernos y no aceptásemos nada que no nos haga crecer.
Poemas esculpidos en cartón y guardados cuidadosamente dentro de mi caja de recuerdos.
Estar cerca a veces nos supone más de un quebradero de cabeza, y es cuando decido tomar decisiones que sé que no ayudarán tanto como realmente creo.
Hoy he dejado de contar los paracaídas que nos quedan para decidirnos a saltar, porque ando detrás de la idea que uno de los dos nunca saltará. He abandonado las ganas de tenerle miedo a las voces en off, a la oscuridad, a tu boca, al todo, al nada y a los silencios. La historia cíclica está harta de llorar las mismas frases no dichas, las mismas soledades, los mismos errores de espiral que se repiten una vez tras otra...Frío.
Doy la cara. Estoy dispuesta a que me reconozcas por cada pedazo o me confundas con cualquiera que se cruza en el camino, porque me he convertido en aquello que nunca imagine. Subo a la azotea por primera vez desde que vivo aquí, las vistas son impresionantes…mientras noto como el frío se cuela por cada recodo que no está bien tapadito…el sol se esconde un día más.
Tiro la moneda y sale cruz, un cinco en el parchís y hay un camino que se abre. No somos de metal. No somos de plástico. Yo no sé apagar las luces y tú no sabes soplar una vela… que le vamos a hacer.
Llueve. Corro, tarareo una de mis canciones favoritas, y me dejo caer en mi cama…con el pelo calado y los ojos cerrados. Noto como mi garganta se resiente una vez más...
Si me das a elegir, estiraría la mano, acercaría los dedos, pero si me quemo no lo volveré a intentar.
No te prometo nada… y sinceramente tampoco quiero que tu lo hagas.
Han regresado las noches de invierno en las que hacerte llegar un abrazo de lana es un acto de cerrar los párpados, respirar hondo, y cruzar los dedos mientras espero la respuesta una vez más.
Poemas esculpidos en cartón y guardados cuidadosamente dentro de mi caja de recuerdos.
Estar cerca a veces nos supone más de un quebradero de cabeza, y es cuando decido tomar decisiones que sé que no ayudarán tanto como realmente creo.
Hoy he dejado de contar los paracaídas que nos quedan para decidirnos a saltar, porque ando detrás de la idea que uno de los dos nunca saltará. He abandonado las ganas de tenerle miedo a las voces en off, a la oscuridad, a tu boca, al todo, al nada y a los silencios. La historia cíclica está harta de llorar las mismas frases no dichas, las mismas soledades, los mismos errores de espiral que se repiten una vez tras otra...Frío.
Doy la cara. Estoy dispuesta a que me reconozcas por cada pedazo o me confundas con cualquiera que se cruza en el camino, porque me he convertido en aquello que nunca imagine. Subo a la azotea por primera vez desde que vivo aquí, las vistas son impresionantes…mientras noto como el frío se cuela por cada recodo que no está bien tapadito…el sol se esconde un día más.
Tiro la moneda y sale cruz, un cinco en el parchís y hay un camino que se abre. No somos de metal. No somos de plástico. Yo no sé apagar las luces y tú no sabes soplar una vela… que le vamos a hacer.
Llueve. Corro, tarareo una de mis canciones favoritas, y me dejo caer en mi cama…con el pelo calado y los ojos cerrados. Noto como mi garganta se resiente una vez más...
Si me das a elegir, estiraría la mano, acercaría los dedos, pero si me quemo no lo volveré a intentar.
No te prometo nada… y sinceramente tampoco quiero que tu lo hagas.
Han regresado las noches de invierno en las que hacerte llegar un abrazo de lana es un acto de cerrar los párpados, respirar hondo, y cruzar los dedos mientras espero la respuesta una vez más.
-sadalsuud-.
1 comentario:
Y es que solo tu sabes escribir estas cosas...
Me has dejado sin palabras...y con los pelos de punta...
PD: Un cafelito mañana?
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